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año 66 de la era ibañez

blake y mortimer, el legado de edgard p. jacobs

"Hergé me había pedido que trabajara con él al cien por cien.
Por mi parte, era bastante reacio […].
Le dije que aceptaría quedarme con él si
podíamos firmar los álbumes juntos.
La semana siguiente me dijo que, en Casterman,
los responsables no estaban de acuerdo.
En realidad, creo que a él le habría molestado".

Edgard P. Jacobs

 
Dedicamos hoy un merecido espacio a uno de los clásicos de la historieta francobelga: la serie de Blake y Mortimer, creada por el dibujante y guionista belga Edgard Félix Pierre Jacobs (Edgard P. Jacobs) en 1946 y continuada, tras su muerte, por otros dibujantes y guionistas como Bob de Moor, Jean Van Hamme, Didier Conrad o Ted Benoit, por citar solo algunos. Pero hagamos antes un recorrido por la biografía delJacobs que nos ayudará a comprender muchas cosas. 


Edgard P. Jacobs nace el 30 de marzo de 1904, en el barrio bruselense de Sabión, hijo de un sargento de policía de la capital belga, Jacques François Jacobs, de origen campesino, y de la dependienta de una tienda de comestibles, Elvire Billestraet. Fue un hijo no deseado, concebido dos meses antes del matrimonio de sus padres. Tuvo una infancia un tanto diferente al resto de niños, ya que su padre le prohibía jugar en la calle y le provisionaba, para su recreo, con material de dibujo transmitiéndole su pasión por la música y la lectura. El pequeño Edgard tuvo un accidente a esa edad en la que estuvo a punto de perder la vida, tras caer en un viejo pozo en el patio de su tío, en Lovaina. Afortunadamente, consiguieron rescatarle a tiempo. En 1910, sus padres le inscriben en una escuela de música de Bruselas con bastante prestigio, poco antes de la llegada al mundo de su hermano pequeño André, en 1913. Son años en los que el joven Jacobs se empapa de revistas para jóvenes como L’Épatant, Le Petit Illustré, La Semaine de Suzette, L’Intrépide o Les Belles Images, estableciendo sus primeros contactos con los dibujantes de cómics de entonces, sintiendo una especial predilección por el dibujante Georges Omry.


Fotografía de Edgard P. Jacobs
en su Primera Comunión (1915)

 
Un evento que le marca la vida es la visita a la representación de la ópera de Fausto en el Teatro Real, algo que le marca y acrecenta su pasión por la ópera, enrolándose en sus años mozos en una compañía operística. Se dice que Hergé puso de manifiesto esa pasión de Jacobs, colaborador suyo, en las aventuras de Tintín, tanto en el personaje de Jacobini, egiptólogo y actor de ópera que aparece en Las siete bolas de cristal, como el guiño que hace con un egiptólogo en Los cigarros del faraón, e incluso como en el propio personaje de Bianca Castafiore (recordemos que Hergé detestaba el ambiente operístico).


Guiño de Hergé a Edgard P. Jacobs en Los Cigarros del Faraón (1932-34)


El personaje de Bianca Castafiore entonando alguna pieza operística
(El Cetro de Ottokar)

 
Por tanto, podemos afirmar que Jacobs tuvo varias facetas artísticas. Si bien se matriculó en 1919 en la Academia de Bellas Artes de Bruselas, en la especialidad de Decoración, lo cierto es que no se sintió motivado por sus contenidos y decidió abandonar los estudios dos años después, a comienzos de 1921, para incorporarse al mercado laboral, ganándose la vida en el mundo textil como aprendiz de diseñador de bordados. Pero en septiembre de ese mismo año vuelve a inscribirse en la Academia de Bellas Artes y asiste en paralelo a la escuela de arte de Saint-Josse-ten-Noode. Lo intenta también como dibujante de algunos panfletos publicitarios para diversas agencias de Bruselas, sin demasiado éxito, e incluso se inicia en las técnicas de retoque fotográfico junto a su amigo Jacques Van Melkebeke. al que conoce en esa década, en una escuela de contabilidad. Jacobs alternó aquellas actividades con colaboraciones como cantante lírico, primero como figurante en el Teatro de la Moneda (Théâtre Royal de la Monnaie) y posteriormente, en 1922, como artista de music-hall, firmando un contrato como corista en el espectáculo Bonjour Pais, en el Casino de París, junto a la conocida vedette parisina Mistinguett. Es allí donde conoce a Madeleine, con quien iniciará su primera relación amorosa.


La gran vedette francesa Mistinguett
 
Jacobs no pierde el tiempo en aquellos años: sigue participando en operetas como La Fille du tambour-major o La Chaste Suzanne e incluso realiza sesiones de espiritismo y charlas sobre arte y literatura junto a Jacques Laudy (hijo del pintor Jean Laudy) y su amigo Jacques Van Melkebeke. Pasaban buenos ratos juntos. A finales de 1923, los padres de Edgard, preocupados por su porvenir, le obligan a trabajar en la joyería bruselense Wolfers, pero poco después es contratado como dibujante de catálogos en los Grandes Almacenes de la Bolsa, donde realiza ilustraciones a pluma y aguada. Jacobs simultanea dichas actividades estudiando canto lírico en la Academia de Música de Etterbeek. Su amplio rango vocal le permite interpretar roles como barítono y como tenor, su voz natural. Adquiere por aquel entonces un acordeón para practicar las escalas musicales, Pero en noviembre de 1924 su vida da un giro tras romper con Madeleine y ser llamado para realizar el servicio militar en Krefeld, Alemania. Incluso en el ejército, donde no tarda en ascender a cabo, logra interpretar algunos papeles con la compañía teatral de su regimiento.


Dibujo de Jacobs de proyecto jamás realizado con algunos de los episodios
más importantes de la Historia Universal (1915-1916).
(compartido en un interesante artículo de Juan Martí sobre
Edgard P. Jacobs publicado en Tebeosfera)

 
Tras el servicio militar estudia canto en el Conservatorio Real de Bruselas para dedicarse a la ópera y, a principios de 1928, se incorpora a una pequeña compañía teatral que le permite escribir su propia obra, La Malédiction (La maldición), ambientada en un barco pirata, aunque la obra goza de un limitado éxito. Posteriormente, ingresa en el coro Steveniers, donde conoce a Léonie Bervelt ("Ninie"), una cantante de opereta de la que se enamora y termina contrayendo matrimonio el 27 de septiembre de 1930. En octubre de ese mismo año es contratado por Paul Frady para la compañía de los teatros municipales de Lille, instalándose junto a "Ninie" en un apartamento de la localidad francesa. Jacobs interpreta papeles en óperas famosas como Aida, Lakmé, Manon, Tosca o Boris Godunov, además de diseñar él mismo los decorados y los vestuarios de varias producciones. Pero la ley de la limitación de artistas extranjeros pone freno a sus capacidades y el dibujante termina abandonando la ópera de Lille, desilusionándose con el mundo operístico y retomando su labor como ilustrador de catálogos de los Grandes Almacenes de la Bolsa, para los que realiza ilustraciones de ropa y juguetes. También colabora con su amigo Jacques Van Melkebeke creando dioramas para el pabellón de bomberos de la Exposición Universal de 1935 en la capital belga. Jacobs aún mantiene viva la llama de su pasión por la ópera y el canto, realizando varias actuaciones en diversas grabaciones radiofónicas del INR (Institut National de Radiodiffusion), institución belga fundada en 1930 para gestionar y desarrollar la radiodifusión pública en Bélgica, precursor de las actuales emisoras de radio y televisión públicas belgas: RTBF (en la región francófona) y VRT (en la región neerlandófona).


Fotografías de un joven Edgard P. Jacobs

Llegaron entonces unos años muy difíciles para Jacobs, tras la ocupación nazi de Bélgica. Durante la contienda, fue movilizado y participó en la Campaña de los 18 días, en mayo de 1940. Su unidad logró escapar del cerco nazi y el dibujante tuvo que refugiarse en Villeneuve-Minervois, al sur de Francia. Abandona el pueblo el 3 de agosto para regresar a su Bélgica natal, donde se entera de la muerte de su hermano André, que había sido derrotado mientras defendía el fuerte de Eben-Emael. La ocupación alemana trajo consigo una serie de restricciones que afectaron a la industria del papel. Como consecuencia de dichas restricciones, los Grandes Almacenes de la Bolsa dejaron de publicar sus catálogos y Jacobs terminó perdiendo su única fuente de ingresos. Jacobs lo intenta, sin éxito, en la Ópera de Gante, y finalmente es contratado en el Teatro de la Bolsa para crear, bajo el seudónimo de Dalmas, la revista Et ça donc!, que no gozó precisamente de un gran éxito. También se presentó en el Ancienne Belgique, y luego se unió a un coro de orquesta que ofreció una serie de conciertos en Bruselas y en otras localidades, como solista, antes de interpretar su último papel en una representación de Manon en el Teatro Real de la localidad belga de Mons.


Izda: Biografía de Edgard P. Jacobs (Benoît Mouchart & François Rivière)
Dcha:
Ilustración publicitaria de Jacobs

Jacobs se desilusiona entonces del mundo lírico, al ver las dificultades que tenía para mantener un empleo estable, y lo intenta con la ilustración. Comienza realizando una serie de dibujos para la empresa de juegos de mesa Pergo, portadas de algunas novelas románticas publicadas por la editorial Janicot, y con una colección de cuadernos para colorear para Les albums de l'oncle Bimbo. En el verano de 1941, empieza a colaborar con la revista Terre et Nation, además de enviar un dibujo al periódico flamenco Welkom, celebrando el regreso a casa de los soldados desmovilizados.


Les albums de l'Oncle Bimbo nº 12 (h. 1940)

En agosto de 1941, el dibujante es recomendado por su amigo Jacques Laudy a Jean Dratz, director artístico de la revista Bravo!, quien le contrata para ilustrar novelas, cuentos y relatos. Jacobs aprovechó sus conocimientos sobre vestuario histórico e historia del arte y demostró igualmente sus habilidades con los decorados y el color. Bravo! era un semanario para jóvenes que publicaba cuentos, novelas y cómics norteamericanos como Félix el Gato, Annie y Kit Carson. Comienza ilustrando cuentos, principalmente leyendas germánicas. Hasta que, a finales del año siguiente, en noviembre de 1942, se interrrumpe la publicación de Flash Gordon (publicado como Gordon L'Intrepid en la versión francesa), tras la entrada de Estados Unidos en la guerra. Al interrumpirse la llegada nuevas páginas del cómic del mítico Alex Raymond, Jean Dratz le pide a Jacobs que termine la serie, un trabajo que el dibujante realiza con notable éxito.


Dcha: "El Rayo U" (Bravo nº 44 - 3e année -, 4 de noviembre de 1943)
Izda.: "El Rayo U" (Bravo nº 15 - 4e année -. 1944)

No obstante, la serie termina antes de tiempo, según el propio Jacobs, por la censura nazi, pero los biógrafos del dibujante, Benoît Mouchart y François Rivière, sostienen que en realidad fue una decisión editorial de la propia resvista para evitar problemas legales con el editor norteamericano de la serie, el King Features Syndicate. En el siguiente blog se compartieron las cinco páginas originales de la serie Gordon l'Intrépide, publicada en Francia como Guy l'Éclair, que Jacobs dibujó en 1942, para Bravo!.


Dos de las páginas originales de la serie Gordon l'Intrépide (Bravo!, 1945)

 
El trabajo de Jacobs fue tan notorio, que Jean Dratz le encargó una nueva serie para la revista exclusivamente creada por él: El Rayo U. La primera página de la aventura se publicó en febrero de 1943. Era la primera vez que el dibujante firmaba con su propio nombre (Edgar P. Jacobs), en lugar de utilizar seudónimos, aunque suprimió la última letra de su nombre para darle una sonoridad más anglosajona. El estilo de esta historia, que mezclaba aventura y ciencia ficción, era muy en la línea del de Gordon el Intrépido. Jacobs imitaba de manera evidente el estilo de Alex Raymond, incluso el tipo de personajes: un militar (el mayor Walton), en la línea de Flash Gordon, un científico (el profesor Marduk), reflejo del doctor Zarduk, una mujer. Sylvia, remedo de Dale Arden, y un villano, encarnado en la figura del capitán Dagona, que podríamos equiparar al malvado Ming. Con el paso del tiempo, el dibujante se fue liberando de ese modelo para empezar a buscar su propio estilo, como suele suceder con los grandes dibujantes.


Estudios de vestuario de los personajes de "El Rayo U", inspirado en países lejanos y épocas pasadas.


Jacobs reinterpreta los códigos de vestimenta con fantasía y con colores exuberantes.

En ese bautismo historietístico, Jacobs evocó a numerosas referencias literarias y cinematográficas de su juventud e hilvanó su propio guion, manteniendo al lector en tensión en un extraño universo. Mientras imitaba los personajes de Raymond, Jacobs retrataba a sus amigos y conocidos: su esposa posó en numerosas ocasiones para interpretar el personaje de Sylvia, mientras que Jacques Laudy apareció con los rasgos de Lord Caldera. Sin saberlo aún, Jacobs estaba sentando ya las bases de su serie de mayor éxito: Blake y Mortimer, con personajes carismáticos, pasadizos subterráneos, criaturas prehistóricas y esculturas precolombinas. Historias, en definitiva, que evocan a novelas como El mundo perdido de Sir Conan Doyle o La Tierra que el tiempo olvidó, de Edgard Rice Burroughs.


Algunos bocetos de los primeros trabajos de Jacobs para el mundo del cómic

El éxito de "El Rayo U", cuya publicación finalizó el 13 de abril de 1944, tuvo un impacto en las ventas de la revista Bravo!, que superaron los 300 000 ejemplares. Unos años antes, en abril de 1941, Jacobs había coincidido con Hergé a través de Van Melkebeke, durante una representación de Tintín en la India, una obra de teatro coescrita por Hergé y Van Melkebeke, en el Teatro Real de las Galerías. Jacobs y Hergé no tardan en hacer buenas migas y quedan con frecuencia en el estudio de Van Melkebeke. De hecho, Jacobs se convierte en uno de los primeros colaboradores de Hergé (junto a la colorista Alice Devos desde marzo de 1942), al que había llamado especialmente el innovador uso que Jacobs hacía del color. Había sido un año difícil para Jacobs, que acababa de perder a su padre el 15 de febrero de 1944, mientras que su esposa, "Ninie", ya se planteaba dejarle. Cada mañana, Jacobs se trasladaba hasta Boitsfort, lugar de residencia y de trabajo de Hergé. Su primera tarea consistió en colorear El Tesoro de Rackham el Rojo, añadiendo también detalles a algunos escenarios. Con el tiempo, además del coloreado, Jacobs participa también en los escenarios e incluso en la revisión de los álbumes del reportero belga publicados desde entonces, y ayuda a Hergé a crear nuevas historias, como en Las siete bolas de cristal, El Loto Azul o El templo del sol. Jacobs le da muchas ideas a Hergé, por ejemplo la idea del tren que cae en El Templo del Sol o los pasadizos que permiten acceder al templo, posando incluso en ocasiones para que Hergé pudiera hacer ciertos bocetos sobre las poses y expresiones de los personajes, y en El Cetro de Ottokar realiza un muy buen trabajo en la decoración del castillo de Kropow.


Jacobs le dio a Hergé la idea del tren cayendo en El Templo del Sol (1946-48)

Hergé y Jacobs habían realizado tres páginas de prueba para diversas series realistas que nunca vieron la luz. Ellos pensaban firmarlas bajo el seudónimo de Olav. Se trataba de un western que posteriormente retomaría Paul Cuvelier, una aventura ambientada en el Gran Norte y una tercera aventura de género policíaco ambientada en Shanghai. Los relatos fueron ofrecidos a diferentes rotativos, pero nunca llegaron a materializarse. En paralelo, Jacobs siguió trabajando como dibujante para diversas revistas y periódicos como ABC o AZ, en las que en ocasiones firmaba como Edgard Jackson.


Edgard P. Jacobs, Jacques Van Melkebeke y
Georges Remi (Hergé), en 1945

El 26 de septiembre de 1946 se publica por primera vez la revista Journal de Tintin, abanderado por el editor Raymond Leblanc, fundador del sello Lombard, con Hergé como director artístico y Melkebeke como redactor jefe. Jacobs también forma parte de ese equipo fundador, lo que hará que tenga que abandonar poco a poco sus colaboraciones con Hergé. Y es que, desde ese momento, en 1946, Jacobs se fue convirtiendo en uno de los autores más destacados del editor belga con El secreto del espadón, primera aventura de Blake y Mortimer, en la que el dibujante se aleja un poco más de la ciencia-ficción o del formato space opera, que venía realizando hasta entonces, y adopta un estilo más realista. Ese primer álbum comenzó a publicarse de forma seriada precisamente a partir del primer número de la revista Journal de Tintin. Hergé también le pidió que realizase ilutraciones para los cromos que se publicaban en la sección "Ver y saber" (Voir et savoir) de la revista y un conjunto de ilustraciones que acompañarían a la novela por entregas "La Guerra de los Mundos", de H.G. Wells.


Boceto muy detallado de Jacobs para un tomo nunca publicado de la serie
Voir et Savoir de Tintín. Años 50. Su reverso estaba oscurecido con lápiz, a modo
de papel de calco, para transferir al dibujo definitivo que sería entintado.



Iustraciones de Jacobs para La Guerra de los Mundos de H.G.Wells

Hay que matizar que la primera idea de Jacobs para Le journal de Tintin no fue Blake y Mortimer. En realidad propuso desarrollar una historia de temática medieval titulada Roland el Valiente (Roland le Hardi), una idea que Hergé rechazó porque varias historias de la revista ya estaban ambientadas en esa época. Le pidieron que escribiera una historia de temática realista y contemporánea, y así fue como, finalmente, desarrolló El Secreto del Espadón con Blake y Mortimer como protagonistas. Al dibujante le costó especialmente arrancar con las primeras veinte páginas. De hecho, redibujaría en 1950 las primeras diecisiete antes de su publicación en álbum. Difieren por tanto de las publicadas en Le Journal de Tintin. Jacobs estaba acostumbrado a dibujar seis imágenes cada semana para El Rayo U, pero en esta nueva etapa debía entregar una página con un mínimo de nueve viñetas, además de otros trabajos. Consecuentemente, terminó confiando el entintado de las primeras páginas a su amigo Jacques Van Melkebeke, a quien el propio Jacobs daba cobijo en su ático, ya que la justicia belga aún le perseguía por actividades que llevó a cabo durante la ocupación alemana. Melkebeke terminaría pagando cara su colaboración con el periódico colaboracionista de los alemanes, Le nouvel Journal, e ingresaría en prisión al término de la contienda, perdiendo el papel de redactor-jefe de Le journal de Tintin. Por aquel entonces Jacobs vivía ya solo en su apartamento, ya que se acababa de divorciar de "Ninie", tras años de mutuas infidelidades. Ella se casaría con el pugil belga Cyrille Dellanoit.
 


Herge y Bob de Moor también colaboraron. En la fotografía viajan a bordo del buque
de pasajeros Koningin Astrid para realizar un viaje por el Mar del Norte y prepararon
la publicación de Stock de coque (Coke en stock) en 1956.

El 31 de enero de 1947, Jacobs deja de colaborar definitivamente con Hergé en las aventuras de Tintín y decide dedicarse a sus propios proyectos, dedicando toda su carrera, hasta los años setenta, a Blake y Mortimer, completando un total de ocho aventuras largas. Sin embargo, su deteriorada salud le impidió finalizar el segundo volumen de su última historia, Las tres fórmulas del profesor Sato, cuya primera parte se había publicado en 1977, y cuya conclusión tendría que terminar Bob de Moor años después de la muerte de Jacobs (1987). Demos un repaso a esas aventuras de Blake y Mortimer, joyas del noveno arte.

El Secreto del Espadón

Este primer tríptico que abrió la serie de Blake y Mortimer presentaba una notable influencia por la Segunda Guerra Mundial, que había dejado muy marcado a Jacobs. EEUU había lanzado las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki en Japón y toda esta temática sirve de inspiración para el dibujante (aunque esta vez el protagonista será el "imperio amarillo", en lugar de las tropas niponas del emperador Hiro-Hito). El argumento principal planteaba una futurible Tercera Guerra Mundial, aún más destructiva que su predecesora, que tendría lugar a finales de los años cuarenta y a comienzos de la siguiente década. El guion presenta un tono apocalíptico en el que el despótico líder chino Basam-Dandu, pretende convertirse en el dueño del planeta. Los protagonistas de la serie son dos británicos: el capitán Francis Blake, expiloto de la Royal Air Force, director del MI5 (servicio británico de contraespionaje) y su amigo, el profesor Philip Mortimer, físico nuclear, ingeniero armamentístico y uno de los científicos más eminentes del Reino Unido. Es él quien desarrolla una poderosa arma, muy destructiva, el Espadón, que será clave para plantar cara a las tropas chinas, en connivencia con el malvado Olrik, que podría proceder de algún país de Europa del Este. La aventura hace contínuas referencias a vocablos muy de moda en aquella época en la que se había avanzado tanto en lo relativo a física nuclear y a los conocimientos sobre la estructura atómica (radiactividad, protones, neutrones, uranio, ciclotrón, atomilita, turbinas, alternadores...), además de a numerosas expresiones británicas para darle ese toque inglés ("hello", "damned", "thanks", "goodbye"...).


Bocetos preparativos a lápiz para El Secreto del Espadón (1948)

Jacobs parte de un argumento que previamente había ideado para El Rayo U, adaptándolo ahora a los nuevos personajes: Lord Calder se convierte en Francis Blake, el profesor Marduk toma la forma de Philip Mortimer, y el coronel Olrik es el malo de la pelicula, en la línea del capitán Dagon. Sus amigos Jacques Laudy, y Jacques Van Melkebeke le sirven de modelos en la definición de Blake y Mortimer respectivamente, mientras que él mismo se retrata como el malvado Olrik. Van Melkebeke jugó un papel importante en la elaboración de los guiones de la serie, siempre subordinado a las ideas principales de Jacobs. Actuaba como un revisor de los guiones que ayudaba a estructurarlos a partir de las directrices marcadas por Jacobs.


Edgard P. Jacobs, como Olrik (arriba) y sus amigos
Melkebeke (centro) y
Jacques Laudy (abajo)

Fue Van Melkebeke quien animó a Jacobs a darle a la aventura un toque de ciencia-ficción. Así, la trama se centra en una poderosa arma secreta: un vehículo anfibio (el Espadón) que opera desde una base submarina, capaz de emerger como un cohete y atacar al enemigo, para sumergirse de nuevo, una vez completada su misión. Inspirado en un libro de François Balsan sobre la historia de Baluchistán y la descripción de los acantilados del Makrán, Jacobs ubica la base secreta de los protagonistas en el Musandam, cerca del estrecho de Ormuz. El guion evoluciona a lo largo de aventura, siendo readaptado en varias ocasiones a medida que avanza la trama. También lo hizo el estilo de Jacobs, como cualquier lector puede advertir al comparar las primeras y las últimas páginas de la trilogía. El Secreto del Espadón tuvo muy buena acogida por el público, lo que motivó la posterior publicación de la aventura en formato álbum. Esto obligó a Jacobs a modificar el relato para adaptarlo a dos volúmenes de 62 páginas que publicaría Le Lombard. El primero, La persecución fantástica, se publicó en diciembre de 1950. Hergé no ocultó ciertos celos hacia Jacobs, quizá más bien un cumplido, apoyando a su antiguo colaborador, pero consciente de que este le haría la competencia, afirmando que  “Un álbum de Blake y Mortimer comprado es un álbum de Tintín que no venderé”.


Boceto a lápiz sobre papel vegetal (Edgard P. Jacobs, 1949)


El Misterio de la Gran Pirámide

La siguiente aventura, El misterio de la gran pirámide, consta de dos partes, que se publicaron en Le journal de Tintin entre el 23 de marzo de 1950 y el 28 de mayo de 1952, aunque hubo una interrupción de siete semanas, entre junio y agosto de 1950, debido al estrés del dibujante ante la ingente sobrecarga de trabajo que le suponía la creación de la aventura (además de su marcado perfeccionismo con todo lo que hacía). En ella se pone de manifiesto la pasión de Edgard P. Jacobs por la egiptología y la historia en general, haciendo un reboot al estilo de la serie, que cambia el tono apocalíptico de sus comienzos por el arqueológico. Dicho cambio seguramente vino motivado por la pasión por Egipto que se despertó en todo el mundo tras el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922, por el británico Howard Carter. El dibujante sitúa la aventura en la meseta de Guiza, ese mágico lugar que alberga las legendarias pirámides de Egipto. Cuida todos los detalles, reproduciendo fielmente numerosas localizaciones locales de la época, como el Museo Egipcio de El Cairo, las calles de la ciudad, las pirámides, etc.


Diversas localizaciones de El Cairo y la mesete de Guiza
(primera
parte de El secreto de la Gran Pirámide)

La aventura gira en torno a un tesoro oculto en una cámara secreta de la pirámide de Keops, a pesar de que el egiptólogo Pierre Gilbert, que colaboró junto a Jacobs en esta aventura, le había asegurado que en la meseta de Guiza, excavada durante siglos, ya no quedaban tesoros por descubrir. Paradójicamente, tan solo cuatro años después de haberse escrito el guion, los arqueólogos desenterraron las barcas solares de Keops, que hoy en día se exhiben en una sala-museo junto a las pirámides. Jacobs hilvana un guion que parte de un misterioso papiro descubierto por el director del Servicio de Antigüedades de El Cairo, escrito por el sacerdote e historiador Manetón. Dicho papiro revela la existencia de una cámara secreta en el corazón de la pirámide de Keops, que contendría el tesoro funerario del faraón Akenatón, el faraón hereje que estabeció el culto a Atón. El hallazgo despertará la codicia de un grupo de contrabandistas coordinados por el malvado Olrik, que Jacobs recupera para esta aventura.


Portadilla del primer álbum - El Papiro de Maneton


Como en la aventura anterior, Jacobs sigue apoyándose en su amigo Jacques Van Melkebeke, que le proporciona valiosa información histórica y le ayuda con los textos y el guion de la aventura. La etnóloga Cérès Wissa Wassef le proporciona información sobre el Egipto moderno y la alta sociedad de El Cairo. El joven dibujante Albert Weinberg escribe e ilustra las dos páginas históricas con las que se abre la aventura en la revista Le journal de Tintin. También le ayuda a completar los decorados de las escenas ambientadas en el Museo de El Cairo.


Introducción de la aventura, realizada por Albert Weinberg


Estudio de cubierta para el segundo tomo de
El secreto de la Gran Pirámmide


 

La Marca Amarilla

Tercera aventura de la serie (y sexto álbum de la misma). La historia fue publicada por primera vez en la revista Le Journal de Tintin (5/VIII/1953 - 10/XI/1954) y posteriormente editada en formato álbum por la editorial Lombard, en 1956. Ambientada en Londres, aunque con otras localizaciones como el condado de Essex y Sudán, la aventura da un giro al estilo que Jacobs venía realizando hasta ahora, acercándose ahora mas a las novelas de Agatha Christie, de Fantômas o de Arséne Lupin, con menos toques sobrenaturales y un tono más policíaco y de suspense. Blake y Mortimer, con la ayuda de Scotland Yard, tratarán de averiguar quién es el misterioso personaje que anda detrás de los secuestros de cuatro figuras conocidas de Londres y que parece burlar a la policía una y otra vez. El villano acostumbra a dejar una firma parecida a la letra griega mu (μ), de color amarillo, lo que hace que su apodo sea precisamente "La marca amarilla". Mortimer termina atando cabos y, con ayuda de la policía, descubre que las víctimas tienen un nexo en común: un libro titulado La onda Mega (en el original, The Mega Wave), escrito por el Doctor Septimus. El libro, que explicaba la capacidad de controlar la mente de las personas a través de dicha onda, desató en su día todo un escándalo entre varios científicos y, tras la muerte de su editor, fue retirado de circulación. Esta pista llevará a los protagonistas hasta la guarida de su enemigo, con un desenlace que sorprenderá a todos.


Estudios de cubiertas para el álbum de La Marca Amarilla

Edgard P. Jacobs volvió a documentarse muy bien a la hora de ambientar la historia, viajando incluso hasta la capital británica en agosto de 1953, acompañado de Jeanne Faignard, para anotar referencias y tomar fotografías de edificios y localizaciones que posteriormente inmortalizaría en el álbum.


Jacobs viajó a Londres y fotografió la capital británica, que posteriormente
recrearía en el álbum con un alto nivel de detalle. En la viñeta, El Tower Bridge
junto a la Torre de Londres, en la que se guardan las Joyas de la Corona británica.

Precisamente el día nueve de ese mismo mes de agosto se publicó en Le Journal de Tintin una portada para promocionar la nueva aventura. La portada generó una disputa entre Jacobs y Hergé, entonces director artístico de la revista, ya que esa primera versión mostraba a un personaje clave de la aventura, Guinea Pig (cobaya, en inglés), en en una pose que recordaba al vampiro Nosferatu, junto a las figuras de los protagonistas, Blake y Mortimer. con el Big Ben y las casas del Parlamento como telón de fondo. Hergé rechazó esta primera propuesta, considerándola inapropiada para un público infantil, objetivo de la revista, y pidió a Jacobs que modificase ese primer diseño.



Propuesta inicial de Jacobs para promocionar La Marca Amarilla en Le Journal de Tintin
- incluye anotaciones de Hergé con sugerencias a modificar -

Estamos ante la que es considerada por muchos como la obra más redonda de Jacobs, su obra maestra, todo un icono del cómic franco-belga, en el que el dibujante alcanza un nivel superlativo, tanto en detallismo gráfico como en las técnicas que utiliza (encuadres, planos, entintado, iluminación...). El dibujante también jugó muy bien con el color en este álbum, utilizando colores azulados, grises y violetas para las escenas nocturnas por las calles de Londres, que alternó con otras páginas de tonos anaranjados y cobrizo, con lo quiso infundir un tono más misterioso o de acción. También usó verdes, y otras páginas con tonos más neutros, para representar viñetas más cotidianas. El aĺbum estuvo a punto de interrumpir su publicación en Francia, debido al clima tétrico y fantasmal, incluso agobiante y onírico por momentos, que destilan sus páginas. El cine expresionista alemán sigue marcando a Jacobs en este nuevo álbum, con evidentes referencias a filmes icónicos como El gabinete del Doctor Caligari.


Boceto para viñeta en la que Septimus explica el funcionamiento
del Telecefaloscopio al profesor Mortimer


El Enigma de la Atlántida

En la cuarta aventura de la saga, Edgard P. Jacobs nos transporta a la isla portuguesa de San Miguel, en las Azores, y se inspira en la conocida leyenda de la ciudad sumergida de la Atlántida. La aventura se publicó por primera vez en la revista habitual, Le Journal de Tintin, entre el 19 de octubre de 1955 y el 19 de diciembre de 1956. Al año siguiente, en 1957, la editorial Lombard la editaría en formato álbum. Jacobs se documenta muy bien, como siempre, a la hora de elaborar el guion. En aquellos años ya existían más de 20 000 libros relacionados con el tema y este decide leer los textos de Platón, el Timeo y el Critias. En este último, Platón narraba la historia de un muchacho que escuchaba un relato de su abuelo y que se remontaría nueve mil años antes de Cristo, cuando los ciudadanos de Atenas detuvieron el avance del imperio de los atlantes, habitantes de la isla de la Altántida, más allá de las Columnas de Hércules, asociados históricamente con Gibraltar y con alguno de los montes africanos (Hacho o Musa).


Ilustración inspirada en la descropción de la Atlántida según Platón

La isla de la Atlántida habría desaparecido en el mar en una violenta catástrofe y un gran diluvio tras la victoria ateniense. Este cataclismo ha hecho que tampoco se descartase la isla griega de Santorini como posible ubicación de la legendaria ciudad​, ya que allí tuvo lugar una erupción del volcán de Tera, aunque este tuvo lugar hacia el año 1500 a.C., fragmentando la isla en tres partes y dejando tras de sí una devastación que precipitó el colapso de la civiluzación minoica. Durante los siglos XVI y XVII se asoció a las islas de las Azores y las Canarias (también las Antillas) con el continente perdido. Jacobs tuvo sus dudas sobre dónde ubicarlo, y llegó a plantearse, aparte de la ubicación Atlántica, muchas otras (la isla de Thule, Nigeria, el desierto del Sahara, el Mediterráneo, Tartessos (Andalucía), el mar Báltico, alrededor de Creta e incluso en un remoto e inaccesible lugar de América Central.


Blake observa un plano de una gruta profunda conocida localmente como
"O Foro do Diabo", escenario de buena parte de la aventura

En sus diálogos, Platón mencionaba el oricalco, un misterioso mineral que los atlantes habrían utilizado para desarrollar una avanzada tecnología, en su refugio bajo tierra, donde habrían seguido viviendo durante siglos. Jacobs explota esta idea para desarrollar el arranque de la aventura, ambientado en una profunda cueva de la Azores que Blake y Mortimer visitan en una exploración espeleológica, acompañados de expertos locales. El por qué Jacobs decide enterrar a la Atlántida, además de su predilección por sus ambientaciones claustrofóbicas, es precisamente para justificar la posibilidad de que una civilización tan desarrollada como la de los atlantes hubiera pasado desapercibida durante siglos, especialmente a vista de pájaro (aviones, globos...). Al oricalco, por cierto, le otorga propiedades radiactivas, algo que no se mencionaba en el diálogo de Platón. El dibujante combina todas estas ideas con otros elementos, muchos de los cuales recuerdan a Viaje al Centro de la Tierra. Recordemos que, en la novela de Verne, los protagonistas exploraban un vasto mundo subterráneo, en el que se encontraban un ecosistema prehistórico con criaturas como ictiosaurios, plesiosaurios, y entre ellas, un grupo de pterodáctilos volando sobre un lago subterráneo, como en la aventura de Blake y Mortimer.


Viñetas de la aventura con evidentes influencias de la novela de Verne.
La última viñeta fue censurada en su día y reemplazada por otra.

Es posible que el dibujante también se sintiese influido por la temática atlante tras la lectura de novelas contemporáneas relacionadas, como L'Atlantide et le règne des géants, de Denis Saurat (1954), que precisamente había leído (y anotado).Pero Jacobs va un paso más allá y dota a la historia de tintes de ciencia ficción, especialmente con la temática ovni, muy de moda en los años cincuenta (recordemos que el caso Roswell tuvo lugar en el verano de 1947), reinterpretando el mito platónico. El álbum da un giro de guion hacia un modelo space opera, claramente influenciado (ambientación, vestuarios, tecnología...) por la serie de Flash Gordon de Alex Raymond que Jacobs ya había asimilado previamente y puesto en práctica en su debut en el mentado El Rayo U.

Pudo haber más influencias, como El Faraón de las Cavernas (1950), publicada en la revista Journal de Spirou (nos 452-474), o por la novela À l’assaut de l’Atlantide, de Léopold Massièra, ilustrada por Yves Mondet (IX/1953). En ambas se consideraba la idea de que la Atlántida estaría amenazada por una posible colisión con un cuerpo celeste, lo que llevó a los atlantes a refugiarse bajo tierra, levantando una nueva Atlántida, donde desarrollaron una civilización mucho más evolucionada.
 


Las viñetas presentan marcadas influencias del Flash Gordn de Alex Raymond

Jacobs utiliza expresamente nombres y localizaciones de estilo griego (o que suenan a griego), relacionando a los atlantes con dicha civilización (Theodos, Ícaro, Arios, Poseidópolis, Omeagara...), e incluso hace referencias al todopoderoso Zeus, su dios. Incluso los caracteres de los atlantes recuerdan a los griegos.


Los caracteres de los atlantes coinciden en muchos casos con
las letras del alfabeto griego

También existen referencias a las civilizaciónes precolombinas, con evidentes guiños a mayas, aztecas e incas (altunos nombres recuerdan poderosamente a los de la civilización maya, como el caso de Tlalac). Los atlantes se rigen por una estructura de poder piramidal, con el Basileus en la cúspide (tío del príncipe Ícaro, aeroestratega de la flota aérea - strategos -), un líder militar, al que llaman Fulacontarco (o Contarcos), encarnado por el malvado Magón, una escuadra aérea, controlada desde el aerocatrón (iderado por Arios), un centro de seguridad, donde reside el Basileus, y una guardia (los llamados Fujos). La civilización se extiende, más allá de su capital, Poseidópolis, a través de un complejo de grutas colosales, que unen pasos, canales, lagos, puertos y centrales.


Referencias a la culturas precolombinas en el álbum

Como curiosidad, comentar que el álbum se libró de la censura de milagro, ya que Jacobs coló in extremis una viñeta susceptible de ser vetada, en la tercera página, por la que recibió un toque de atención que le condicionaría, obligándole a ser más cauto en las páginas siguientes, algo de lo que se lamentaría posteriormente. El autor se planteó desarrollar El Enigma de la Atlántida en dos volúmenes, como ya hiciera con El Misterio de la Gran Pirámide, pero desde la revista Le Journal de Tintin se rechazó la idea de estirar tanto el chicle, temiendo que el autor sucumbiera a un proyecto interminable. La aventura es, en definitiva, una gran aventura, muy bien valorada por la crítica y los aficionados, y en la que el dibujante vuelve a plantearnosla reflexión sobre los riesgos inherentes al desarrollo científico cuando este cae en manos irresponsables y se pone al servicio de fines equivocados.


Esta viñeta se libró de la censura por muy poco


S.O.S. Meteoros

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La Trampa Diabólica

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El Caso del Collar

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Las Tres Fórmulas del Profesor Sato

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Conclusiones e influencia de Jacobs en el cómic

El aporte de Jacobs al mundo del cómic es fundamental, desarrollando un estilo que conjugaba ópera e historieta, un maridaje entre narrativa y viñetas con sus característicos bocadillos cargados de texto (además de los cartuchos explicativos que acompañan muchas de sus viñetas). Y es que Jacobs veía el cómic como una ópera en papel, con sus héroes y villanos, con figuras sabias o sacerdotales, con sus coros e incluso con sus ballets y decorados. Concebía el cómic como un espectaculo en papel, cargado de grandilocuencia y con giros inesperados. Lamentablemente, el dibujante nunca disfrutó en vida de un merecido reconocimiento a la altura de sus méritos como historietista, a pesar de que hoy en día se le considera uno de los más grandes autores del cómic europeo. Su obra está cargada de numerosas referencias literarias asimiladas durante su juventud, de novelas de Wells y de Verne, de Conan Doyle, Dickens y Edgard Allan Poe, pero también de Dickens, Stevenson, Kipling, Dumas, entre otros muchos. Pero Jacobs también se vio influenciado por otras manifestaciones artísticas: las pinturas de Durero, Holbein y Doré, los cómics de Georges Omry, e incluso por de grandes clásicos del cine expresionista alemán, como las películas de Fritz Lang (Metrópolis), Robert Wiene (El Gabinete del Doctor Caligari) o F.W. Murnau (Fausto). Su obra tampoco estuvo exenta de ciertos toques esotéricos, más marcados en determinadas aventuras (NOTA: Buscar más información sobre las sesiones de espiritismo con sus amigos, que podrían haberle marcado en esa faceta).

Perfeccionista y meticuloso como era, Jacobs buscaba dotar sus historietas de realismo y la autenticidad, apoyándose en una extensa documentación, a veces obtenida a través de visitas a los lugares donde ambientaba esas historias. De alguna manera, Jacobs era un adelantado a su época. Prefería trabajar solo y rara vez pedía ayuda a sus colegas, reservando estas colaboraciones para tareas menores como el entintado o el coloreado. En palabras de uno de sus biógrafos, François Rivière, Jacobs ayudó a elevar el cómic a un nivel más maduro, sacándolo del ámbito exclusivo de los niños, con personajes adultos e historias más oscuras y complejas. Que se hayan publicado más aventuras de Blake y Mortimer, tras la muerte de Jacobs, que las realizadas por el propio Jacobs, dice mucho de el valor de ese legado que nos ha dejado, capaz de haber perdurado hasta la actualidad, y reviviendo una segunda juventud con el nuevo integral que está publicando la editorial Norma en nuestro país. Demos un repaso a las publicaciones de la serie antes de cerrar el articulo.

RELACIÓN DE AVENTURAS DE BLAKE Y MORTIMER DE EDGARD P. JACOBS

- El secreto del Espadón (1947, Le Secret de l'Espadon, tres volúmenes)
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1987 / Norma IX/2005 y VII/2006 / Integral Norma nº 1, I/2024 )
- El misterio de la Gran Pirámide (1950, Le Mystère de la Grande Pyramide, dos volúmenes)
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1983 / Norma III/2000 y VII/2004 / Integral Norma nº 1, I/2024)
- La Marca amarilla (1953, La Marque Jaune)
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo III/1984 /Norma VIII/2000 / Integral Norma nº 2, IX/2024)
- El enigma de la Atlántida (1955, L'énigme de l'Atlantide).
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1984 / Norma IX/2001 / Integral Norma nº 2, IX/2024)
  (Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs - Integral Norma nº 2, IX/2024)
- S.O.S. Meteoros (1958, S.O.S. Metéores: Mortimer à Paris).
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1985 / Norma VII/2006 / Integral Norma nº 2, IX/2024)
  (Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs - Integral Norma nº 2, IX/2024)
- La trampa diabólica (1960, Le Piège diabolique)
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1985 /Norma VII/2004 / Integral Norma nº 3, 2025)
- El caso del collar (1965, L'Affaire du Collier)
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Grijalbo 1986 / Norma V/2004 / Integral Norma nº 3, 2025)
- Las tres fórmulas del profesor Sato (1970, Les trois Formules du Professeur Sato: Mortimer à Tokyo.)
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion y dibujos de Edgard P. Jacobs
   (Norma XI/2005 / Integral Norma nº 3, 2025)
- Las tres fórmulas del profesor Sato (1990, Les trois Formules du Professeur Sato: Mortimer à Tokyo (2º volumen)
   (Le Journal de Tintin,
) - Guion de Edgard P. Jacobs / Ilustraciones de Bob de Moor
   (Grijalbo 1987 / Norma VII/2006 / Integral Norma nº 3, 2025)

Autor:

- Alfredo Sánchez Esteban

Colaboraciones y agradecimientos:

- Raúl Tárraga Albaladejo(Foro de la T.I.A.)
- Xose (Foro de la T.I.A.)

Fuentes:

https://www.cronicasliterarias.es/?p=432
https://booknode.com/auteur/edgar-p-jacobs
https://fr.wikipedia.org/wiki/Blake_et_Mortimer
https://en.wikipedia.org/wiki/Edgar_P._Jacobs
https://es.wikipedia.org/wiki/Atl%C3%A1ntida
https://tintinomania.com/tintin-herge-couverture-jacobs
https://aeindex.org/reviews/le-rayon-u-edition-bibliophile/
https://tintinomania.com/tintin-herge-edgar-pierre-jacobs
https://www.centaurclub.com/forum/viewtopic.php?t=2274
https://www.centaurclub.com/forum/viewtopic.php?t=1328
https://gcomics.online/podcast/129-edgar-jacobs-blake-mortimer/
ttps://es.wikipedia.org/wiki/Columnas_de_H%C3%A9rcules
https://fr.wikipedia.org/wiki/L%27%C3%89nigme_de_l%27Atlantide
https://www.amazon.es/Autour-Blake-Mortimer-Jacobs-dessins/dp/2870972024
https://www.delcampe.net/static/img_large/auction/001/959/552/619_001.jpg?v=1
https://www.sonuma.be/pictures/D74084EF-1F26-41C0-E040-010A07641BCE.jpg
https://www.2dgalleries.com/art/le-secret-de-l-espadon-crayonne-sur-calque-53745
http://blake-jacobs-et-mortimer.over-blog.com/article-gordon-l-intrepide-45949339.html
https://atlantisng.com/blog/georgeos-diaz-montexano-los-reinos-de-la-atlantida/
https://www.elconfidencial.com/el-grito/2024-03-31/edgar-p-jacobs-herge-tintin-comics_3855758/
https://www.tebeosfera.com/documentos/las_amenazas_cartesianas_de_edgar_p._jacobs.html
https://www.2dgalleries.com/art/1948-blake-et-mortimer-le-secret-de-l-espadon-crayonne-preparatoire-15522
https://artifacts-world.com/wp-content/uploads/2022/03/France-Ex-libris-Blake-Mortimer-La-Marque-Jaune-E.P.-Jacobs.jpg


Bibliografía:

- Blake y Mortimer - Integral 1 (Norma, 2024) - Textos de Antonio Altarriba y Jorge García
- Blake y Mortimer - Integral 2 (Norma, 2024) - Textos de Álvaro Pons y Jorge García
 
"Desde que tengo memoria, he estado dividido entre dos vocaciones: la música y el dibujo. Sin embargo, parece que mi primera vocación fue la música, como lo demuestra el que, a la edad de cuatro años, abrumado por las olas de la armonía de la procesión de la banda de Notre-Dame-de-la-Chapelle que pasaba por delante de mi puerta, seguí sus pasos como un sonámbulo y desaparecí con ella. Mi madre, angustiada, no me encontró hasta dos kilómetros más adelante, marchando solemnemente con un bastón en la mano, junto al bombo, haciendo: “¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!”"
Edgard P. Jacobs

 

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