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año 67 de la era ibañez

lucky luke (iii) - goscinny y morris, un tándem inmejorable

"Durante una reunión de redacción de Pilote, nos confesó que Hergé
había señalado a las ediciones Dupuis que se podía pensar que él
estaba detrás de esas iniciales R.G. y que eso le molestaba mucho.
Es curioso notar que se incomodara por esa pequeña firma sin importancia,
cuando Tintín ya tenía un éxito enorme y Lucky Luke aún no era gran cosa".

Christian Godard

 
El inicio de una colaboración de leyenda

 La colaboración entre Morris y Goscinny tiene lugar en la etapa neoyorquina, en aquellos años cuando se fue forjando una sólida amistad entre ambos. Aquello dio pie a que el dibujante le confiase a su amigo los guiones de Lucky Luke. Sucedió en el verano de 1954, con René ya en Francia. Este recibió una carta de Morris en la que le proponia que asumiese los guiones de Lucky Luke. El dibujante empezaba a ser consciente de que el tema guionístico le aburría un poco, y prefirió centrarse en el dibujo, delegando en Goscinny los guiones del cowboy solitario. Y así surgió el primer álbum del tándem, Raíles en la pradera, que se publicó en Spirou por episodios a partir del nº 906, que salió el 25 de agosto del año siguiente (1955). Hasta ese momento, Morris se había dedicado a ir perfilando y evolucionando a su personaje, mezclando sus historietas con personajes y sucesos que sí tuvieron lugar en la vida real (la conquista del Oeste (en La carrera de Oklahoma), el despliegue del telégrafo (El hilo que canta), las diligencias de Wells Fargo, el Pony Express, la construcción del primer ferrocarril transcontinental...). La historia bebe de dos películas del género western relacionadas con el evento: The Iron Horse (El caballo de hierro, John Ford, 1924) y Union Pacific (Unión Pacífico, Cecil B. DeMille, 1939).


Raíles en la pradera - Página 44 (Morris / Goscinny, Spirou nº 929, 2/II/1956)
Inspirado en el encuentro real de la Union Pacific (Este) y la Central Pacific (Oeste),
tras su encuentro en Promontory Summit, en 1869.

  A lo largo de toda su obra aparerán muchos personajes históricos, como Billy el Niño, Calamity Jane, Buffalo Bill, Jesse James, Wyatt Earp, el juez Roy Bean, Abraham Lincoln, Mark Twain, Bernhardt... y por supuesto, los hermanos Dalton, a los que el dibujante estudió en una biblioteca pública neoyorquina, la New York Public Library.


Izda: Morris monta un caballo en el parque de Riverdale (en el barrio del Bronx)
Dcha: Morris, ante New York Public Library de la que sacó mucha información
 
  Morris también introdujo caricaturas de actores, directores y famosos, como el villano Al Hambre (Phil Defer), cuyos rasgos eran un retrato del actor Jack Palance, pero también veremos a Alfred Hitchcock, Groucho Marx, Serge Gainsbourg, Christopher Lee, John Carradine, James Coburn, Sean Connery o Kirk Douglas, entre otros muchos (incluso amigos y compañeros de profesión: René Goscinny, André Franquin, Will, Eddy Paape y Victor Hubinon).


Relación de caricaturas de personajes famosos aparecidas en las historietas
de la etapa de Morris con Louis y Goscinny. Se han dejado fuera las del resto
de personajes históricos (Billy el Niño, Calamity Jane...).

  En Raíles en la pradera Goscinny cambió notablemente el tono de la serie, mucho más humorístico, un "western cómico", en palabras del guionista. También introdujo por primera vez esas pancartas en la que figura el nombre de los pueblos con los que se cruza Lucky Luke a su paso por estos (Dead Ox Gulch, Los Palitos City, Langtry...) y recuperó la cantinela que el cowboy canta en la viñeta final, a lomos de su caballo, el conocido "I'm a poor lonesome cowboy...", que Morris ya había introducido en la corta Desperado City (1948), como vimos. Casi todas las aventuras a partir de ahora presentan alguna viñeta con referencias a la música popular, incluso con éxitos contemporáneos:

- I've been working on the railroad - Raíles en la pradera / Remontando el Mississipi
- L'amour, toujours l'amour (interpretada en 1930 por Lewis James) - Raíles en la pradera
- Oh! Susanna (Stephen Foster, 1848) - Joss Jamon / Los primos Dalton / La fuga de los Dalton
- De Lejos vengo (Popular mejicana) - Joss Jamon
- Mule train (Frankie Laine, 1949) - Joss Jamon
- Sweet Adeline (Harry Warren  1903) - Los primos Dalton
- Sweet Genevieve (George A. Norton, 1856) - El Juez / La carrera por Ocklahoma 
- Sweet Genevieve (George Cooper / Henry Tucker, 1869) - La fuga de los Dalton / Los rivales de Painful Gulch / Tras la pista de los Dalton
- Ol' Man River (del musical Show Boat, 1927) - Remontando el Mississipi


Anuncio promocional de Lucky Luke - Raíles en la pradera
- El tren aparece en la primera viñeta de la aventura y
la vaca en la viñeta nº 8 - (Morris, Spirou nº 906, 25/VIII/1955)
 
Paréntesis sin René

 Tras regresar ese mismo año a Bélgica, Morris dibujó la última aventura guionizada por su hermano Louis, como comentábamos (Alerta, los Pies Azules), debido a la indisponibilidad de René por aquel entonces. El álbum abría con unas viñetas protagonizadas por un tahúr que tanto le gustan al dibujante: Pedro Cucaracho, jugador profesional. Morris explota de nuevo su conocimiento y experiencia tras su paso por México junto a Franquin y Jijé, y esa memoria visual y su sentido de observación le permitieron crear un personaje bastante fiel a los "Pepperbelly", que era el apodo que los estadounidenses daban a los mexicanos (precisamente por su pasión por las especias). En el álbum los hermanos Béverè nos dan una visión un tanto distorsionada del pueblo indio, que muestran en clave de humor con cierta ingenuidad, pereza y afición por el alcohol (especialmente su líder, Oso Sediento). Se trata, por cierto, del segundo álbum en el que vemos a Jolly Jumper expresar sus emociones con bocadillos "mentales", que pasarán a ser hablados por el corcel a partir del álbum Tras la pista de los Dalton.


Primera página original de Alerta, los pies azules
(Spirou nº 938, 5/IV/1956)

   A partir de esa historieta, Morris establece su colaboración con Goscinny ya de manera indefinida hasta que la muerte, desgraciadamente, los separe, en 1977. En aquel entonces, Morris y Francine se habían instalado temporalmente en La Panne, en la casa que los padres del dibujante tenían en la costa belga. Pasaron algunos meses allí, hasta que encontraron una ubicación en Bruselas. Dibujante y guionista establecieron entonces una relación epistolar entre Bélgica y Francia, definiendo en esas cartas el guion de cada nueva aventura. Goscinny terminó por definir una estructura para los guiones que recordaba a la de los de las películas, con la descripción de las escenas a la izquierda y los diálogos a la derecha. Les cuento una anécdota: Goscinny también se acostumbró a colar en cada episodio algún juego de palabras, algo a lo que Morris no estaba acostumbrado. El dibujante siempre los buscaba al recibir los guiones de René. Pero un día, René se olvidó de meterlos, y por más que Morris leyó y releyó el guion, no fue capaz de localizar el gag. René, al teléfono, le insistía: "¡Busca! ¡Lo encontrarás!" (sabedor de que no había nada que encontrar). Le volvió loco y a los pocos días confesó su delito, aunque Morris no se lo tomó mal. La anécdota da fe del talento de estos dos genios del cómic, que en realidad tenían el alma de dos niños en el cuerpo de dos adultos.


Un de los últimos guiones de Goscinny para Lucky Luke
(introducción de "El jinete blanco", 1974)

 La cuestión es que Morris estuvo firmando en solitario aquellos primeros trabajos hechos a pachas, en los que nunca se mencionó el nombre de René, quizá por eso Morris decidió incluir a Goscinny como protagonista de un miembro de la banda de Joss Jamon (Pete el Indeciso), a modo de homenaje. Con el tiempo sí terminarán firmando ambos artistas. Al principio como Morris & R.G., y después ya como Morris & Goscinny. Christian Godard confesó en una entrevista el malestar que le provocaba a Hergé encontrarse aquellas iniciales (R. G.) en los álbumes, a pesar de que en aquel momento Tintín ya tenía un éxito enorme y Lucky Luke aún no era aún gran cosa. En 1956, Goscinny reivindicó a Maurice la importancia que tenía para él que apareciese su firma o su nombre como coautor del álbum, algo que ayudará a reconocer no solo su talento, sino el de todos esos guionistas que trabajaban en la sombra.


Firma definitiva de René Goscinny, junto a la
de Morris (La balada de los Dalton, 1978)
 
  Aquellos también fueron unos "años locos" para Goscinny, al que le llovían las colaboraciones con muchísimas series. Su fama se extiendía como un reguero de pólvora, y colaboró con Franquin, Tibet, De Moor, Attanasio, al margen de su participación activa con Uderzo y Morris. De hecho, Lucky Luke se encaramó ese año (1956) entre los personajes favoritos de los lectores (solo por detrás de Spirou & Fantasio, L'Oncle Paul y Johan & Pirluit).


René, en plena acción… pero no en el Lejano Oeste,
sino en una feria. Nunca perdió el gusto por la diversión.

Joss Jamon: Goscinny y Morris reinventan al villano

  Tras Raíles en la pradera, el segundo álbum de Lucky Luke en el que colaboraron ambos genios de la historieta fue Lucky Luke contra Joss Jamon, que se publicó a caballo entre los años 1956 y 1957 (ver tabla inferior). Es todo un clásico de aquella etapa dorada de la serie, con un villano, Joss Jamon, que era un hueso duro de roer, aunque su equipo parecía más bien una banda de incompetentes. Estaba integrada por Jack el Músculo, Joe el Piel Roja, Sam el Granjero, Billy el tramposo y Pete el Indeciso (caricatura de Goscinny), además del propio Jamon. El grupo parece inspirarse en la banda de Quantrill, que combatió durante la guerra de Secesión apoyando al bando sudista. Entre los integrantes de aquella banda se encontraban el forajido Jesse James y su hermano Frank. En la historieta, Joss Jamon sería una parodia del primero, aunque el cómic se aleja bastante de la realidad histórica. Otra posibilidad es que Goscinny quisiera parodiar en realidad a Henry Plummer, un depredador sin escrúpulos, a la altura de de Jesse James, y que también contó con un grupo de secuaces.


Izda: Original de Lucky Luke contra Joss Jamon (Pp. 15, Spirou nº 974, 13/XII/1956)
(Morris juega con los contrastes: la tensión que genera Joss Jamon, la pasividad de
 Lucky Luke, el vaso que se rompe, el combate y la canción. La llegada de Goscinny cambia
el carácter del cowboy, que prefiere humillar a sus enemigos antes que matarlos)
Dcha: Original de Los Primos Dalton (Pp. 3, Spirou nº 993, 25/IV/1957)

  En el álbum de Lucky Luke, la banda decide saquear la ciudad de Los Palitos, una vez terminada la guerra (1865), subyugando después a los habitantes de Frontier City. Lucky Luke se encarga de meterlos en cintura, engañándolos y haciendo creer a los bandidos que ha llegado el ejército a la localidad, lo que provocará su rendición. Goscinny decidió utilizar una solución cómica para vencer a  los villanos, precisamente para dotar a la serie de ese tono humorístico. Lo hemos visto muchas veces en las historietas de Astérix (La Cizaña, Obélix y Compañía...), cuando los romanos evitan el enfrentamiento bélico para acabar con los irreductibles galos y buscan otros métodos más ingeniosos.


Izda: Guion original de Lucky Luke contra Joss Jamon (Página 447)
(Incluye un boceto de Goscinny como apoyo para Morris, describiendo la viñeta)
 
  A nivel estilístico, es un álbum en el que Morris abusa de las siluetas planas a lo largo de todo el álbum (solo se salvan media docena de páginas sin utilizar este recurso). Además, se pone de manifiesto la habilidad del dibujante para generar gags reutilizando varias viñetas casi similares. El álbum podría inspirarse en el film The fabulous Texan (1947), que Goscinny podría haber visto en aquella época, y cuyo argumento también se basa en un antiguo oficial confederado que, tras finalizar la guerra de Secesión, regresa a su pueblo y encuentra que está en manos de un alcalde y un sheriff corruptos que someten al pueblo. Además de la caricatura de Goscinny, también tendremos la oportunidad de ver otra: la del actor francés Jean Gabin, que aparece protegiendo a un anciano.


Morris crea gags muy efectivos con la repetición de viñetas y
sin muchos cambios - Lucky Luke contra Joss Jamon -
 
  En abril de 1957 comienza a publicarse el tercer trabajo del tándem Morris-Goscinny: Los primos Dalton, a partir del Spirou nº 992. El éxito de los "malos malísimos" hermanos Dalton llevó a muchos aficionados a escribir a la editorial y reclamar nuevas aventuras de los villanos. Pero había un problema importante: Morris había acabado con ellos en su etapa en solitario (como vimos, en el álbum Fuera de la ley). Los Dalton estaban, pues, muertos y enterrados. Morris, que lamentó a posteriori el error que cometió al acabar con estos personajes, le pidió a Goscinny que le ayudase a recuperarlos de alguna forma y finalmente ambos decidieron salvar el obstáculo trayendo a sus primos en ese tercer álbum. La verdad es que no existe ninguna diferencia entre los unos y otros. Se diría que son gemelos. De hecho, tampoco hay ninguna diferencia entre los ocho personajes, más allá de la altura, sus nombres y su estupidez (los primos eran aún más tontos que los originales). La cuestión es que todos ellos presentan el mismo rostro, un elemento cómico que les da un plus a los pesonajes. En cuanto a los nombres, los primeros Dalton se llamaban, del más bajito al más alto, Bob, Grat, Bill y Emmet, mientras que sus primos eran Joe, William, Jack y Averell. René les dio un toque de cierta ingenuidad en los primeros compases de la serie. De hecho, se refería a ellos como los "bobos".


Los hermanos Ritz (cómicos norteamericanos 1930-40),
inspiraron a Morris cuando creó a los Dalton.

Un juez muy particular

   A finales de ese mismo año, en  noviembre de 1957, empieza a publicarse El juez (Spirou nº 1021), protagonizado por un ser entrañable a pesar de ser un canalla. La aventura recrea, de nuevo, a un personaje histórico: Roy Bean (1825-1903), también llamado "el juez de la horca". Morris redacta en una página extra, publicada al comienzo o al final del álbum, una introducción histórica explicándonos la biografía del protagonista. Era la primera vez que hacía esto en la serie, y además lo firmaba él mismo, y no Goscinny. El personaje en cuestión, Roy Bean, era el dueño de un saloon ubicado en Langtry (Texas), y se autoproclamó juez, haciéndose llamar "The Law West of the Pecos" ("la ley al oeste de Pecos"). Era en ese saloon donde el juez celebraba sus "juicios", cerca de Texas, en un desolado tramo del desierto de Chihuaua. En realidad fueron los rangers, una milicia organizada por el estado, quienes le dieron la idea de impartir justicia, aprovechando que sabía leer. Al final terminó celebrando bodas, resolviendo divorcios, cobrando multas... y era raro que condenase a alguien a la pena de muerte.
 

El saloon-tribunal del "juez" Roy Bean
(El juez, 1957-58)

  Roy Bean fue una fuente de inspiración para muchos cineastas. De hecho, no sería raro que Goscinny o Morris hubieran visto el oscarizado film El forastero (1940), ambientado en la América pionera y protagonizado por el cowboy Cole Harden, de gran corazón, y Roy Bean, un juez caprichoso y de una ética cuestionable. Años después de la publicación del álbum también se estrenó otra película biográfica del personaje, dirigida por John Huston y protagonizada por Paul Newman: El juez de la horca (1972). Goscinny explota todas estas cuestiones históricas creando una historieta cargada de un humor satírico y absurdo, con ese juez que actúa como si lo fuera, pero obviamente sin tener ni idea de lo que hace. También introdujo a otros personajes cómicos, como el oso Joe, un tanto borrachín, o el otro villano del álbum, Bad Ticket, con el que carizaturizaba al oscarizado actor Wallace Beary (El campeón, 1931), estrella del cine mudo. La aventura le dio pie a crear numerosas situaciones desternillantes, casi siempre relacionadas con el juez, que dicta sentencias aduciendo motivos disparatados o farfullando textos sacados del Código Civil que ha memorizado como una cacatúa, incluso en ocasiones en latín, pero cuyo verdadero sentido ni siquiera entiende. Todo esto, da muestras de los principios de "parcialidad" del juez y pone de manifiesto su dudosa competencia.
 

Bad Ticket es una caricatura del actor Wallace Beary

  Morris hace también un guiño a Lillie Langtry (1853-1929), añadiendo un retrato suyo en una viñeta (que aparece en un cuadro colgado detrás del juez). Se trata de una actriz inglesa, relacionada con Oscar Wilde, a la que llamaban "The Jersey Lily". Bean bautizó su "saloon-tribunal" en honor a ella, a la que admiró toda su vida, seguramente atraído por su belleza, pero también por su nombre, ya que se apellidaba igual que la localidad donde él vivía. La auténtica Lillie llegó a visitar el pueblo y su saloon unos meses después de la muerte de Bean. El juez es, en definitiva, una historieta redonda, que puede considerarse una de las muchas obras maestras de la serie firmadas por el tándem Morris-Goscinny.
 

Guiño a Lily Langtry en una de las viñetas (El juez, 1957-58)

De 'Boomers' y 'Sooners'
 
  En mayo de 1958 se publica Carrera hacia Oklahoma, a partir del Spirou nº 1046, quinto álbum de la etapa con Goscinny como guionista. El álbum aborda el momento histórico de la carrera por Oklahoma que tuvo lugar en 1889. Todo empezó más de medio siglo antes, hacia 1817, cuando algunas tribus fueron movidas a la fuerza por el gobierno estadounidense para despejar sus fértiles tierras ancestrales, siendo desplazadas a otros lugares. Algunos grupos cheroquis, por ejemplo, acudieron al oeste del Misisipi durante la Ruta de las Lágrimas. En 1830, el presidente norteamericano Andrew Jackson impulsó una nueva ley para expulsar a los indios del sureste de los EEUU. Se empezó con las Cinco Tribus Civilizadas (cheroquis, chickasaw, choctaw, seminolas y creek (o muscogui), que habitaban en el Sureste de los EEUU y fueron movidas a la fuerza hacia el Territorio Indio, actualmente Oklahoma. El Territorio Indio era una zona rural y poco desarrollada, por lo que el descontento no tardó en aflorar entre los indios. Para colmo, se les había prometido mediante tratados que ese territorio sería suyo para siempre, pero con el tiempo, el gobierno también les expropió aquellas tierras.

  Por otro lado, hacia 1874, se desató otro conflicto tras descubrirse oro en la zona de las Black Hills (Colinas Negras): las tribus que allí habitaban (lakotas (sioux), cheyennes y arapahoes) también fueron expulsadas de allí, rompiéndose el acuerdo pactado y desatando las llamadas Guerras Indias, que se prolongaron hasta la última década del siglo. En el caso de Oklahoma, el gobierno se fue apropiando de aquellos terrenos en 1887, a través de la Ley Dawes, que dividía la tierra de las tribus en parcelas individuales y se declaró como "excedente" la tierra no asignada a indígenas, ofreciéndosela a los colonos blancos. El proceso se inició el 22 de abril de 1889, abriendo parte del territorio de Oklahoma a los colonos, para que lo ocupasen siguiendo la regla "first-come, first-served" (en cristiano: "el primero que llega, se lo queda"), lo cual desató las famosas carreras de colonos, en las que participaron unas 100 000 personas. Aún harían falta siete campañas más, similares a esa primera, para que el Gobierno norteamericano considerase esa carrera como finalizada. Los indios quedaron confinados en reservas reducidas, que terminaron vendiendo por la presión social y económica a la que se vieron sometidos.
 

El cañonazo de salida (Carrera hacia Oklahoma, 1958)

 Goscinny utilizó estos acontecimientos como telón de fondo de este nuevo álbum, pintándonos ese proceso de "negociación" con los indios de una forma cómica: los indios intercambian el territorio por unas vulgares baratijas. El rol de Lucky Luke en el álbum es diferente. Actúa como un agente del Gobierno que "arbitra" una de esas carreras de colonos, supervisándola y dando fe de que se desarrolla de forma legal. El pistoletazo de salida lo daba en realidad un cañón, de ahí que a los colonos se les apodase como boomers, ya que debían de esperar el cañonazo para salir (conociéndose a los tramposos como sooners). La prensa de la época se hizo eco de estas carreras en busca de El Dorado, registrándose en el New York Times el testimonio de un periodista que describía el momento de salida de esta manera: "Hubo un gran grito, y la vanguardia de este ejército civil se lanzó como loca a través de la arena hacia la estrecha franja del río. Los jinetes golpearon el agua en un caos total, cada uno buscando llegar primero a la orilla opuesta". El Harper's Weekly informó también de que: "Al anochecer, las fogatas de 10 000 personas iluminaban las laderas cubiertas de hierba del valle del Cimarrón, donde, la noche anterior, el coyote, el lobo gris y el ciervo deambulaban tranquilamente", dando fe del trepidante ritmo al que se fueron levantando las primeras ciudades (boomtowns). Con todo, muchos de los colonos quedaron decepcionados y abandonaron sus parcelas, como Morris nos muestra al final del álbum. Por cierto, el personaje caricaturizado en esta ocasión es el actor franco-suizo Michel Simon, retratado en el álbum como Dopey, un villano con pocas luces, cómplice de Coyote Will (evidente guiño al eterno enemigo del Correcaminos, Wile E. Coyote), pero que termina demostrando su bondad, liberándose de la influencia de su jefe a medida que avanza el álbum.
 

Los "boomers" levantan boomtowns como Boomville, ciudad que nunca existió
en la vida real, a un ritmo endiablado (Carrera hacia Oklahoma, 1958)

Otra vez los Dalton

 A finales de 1958 comienza a serializarse La fuga de los Dalton (Spirou nº 1076, 27/XI/1958), también publicada en España como La evasión de los Dalton. La serialización de aquella primera publicación finalizó el 28 de mayo de 1959, en el nº 1102 de la mencionada revista. Al año siguiente, en 1960, se publicó de forma íntegra, en formato álbum. En el momento de iniciar esta nueva aventura, Goscinny estaba inmerso en su proyecto con la revista Pilote y fue en aquella etapa cuando terminó de perfilar la personalidad de los personajes y sus característicos running-gags (gags recurrentes). Morris, por su parte, había encontrado por fin su estilo personal, y en el álbum vamos a descubrir su talento como caricaturista, viendo los peculiares personajes a los que da vida en muchas viñetas. El álbum, como su propio nombre hace intuir al lector, abre precisamente con una fuga de los Dalton de la cárcel de Watta Gulch (Texas), en la que habían sido encerrados por parte de Lucky Luke en el álbum Los primos Dalton. Lo más cómico de la situación es que, a pesar de que es un cárcel de alta seguridad, los hermanos se marchan saliendo tranquilamente por la puerta principal. Es de esta "semilla" de la que se vale Goscinny para desarrollar el álbum: el cowboy solitario tratará de localizarlos para volver a meterlos en chirona. Pero los forajidos son muy listos y cuelgan carteles de Luke por doquier, confundiendo a la población, que le toma por un peligroso criminal cada vez que este visita cualquier localidad. 
 

Viñetas del álbum La fuga de los Dalton (1958)

  Goscinny ha preparado ya su terreno y empieza a jugar con los contrastes, creando un mundo al revés, en el que el bueno es visto como un villano y los bandidos campan a sus anchas. Para colmo, el guionista da un giro de guion inesperado haciendo que Lucky Luke termine siendo capturado por los Dalton, que se dedicarán a humillarle obligándole a realizar diferentes tareas, tratándole como su fuera su criado particular. René tendrá que sacarse un as de la manga para reconducir la situación y cerrar el álbum con otro giro de guion inesperado, aunque no seremos nosotros quienes revelemos aquí esa baza. En cuanto a Morris, volverá a tener como referencia el cine del género western, encontrando en sus viñetas una escena, la del asalto al tren, claramente inspirada en la película El correo de la muerte (1950), de Reginald Le Borg, con Stephen McNally como protagonista. La calidad de su dibujo es superlativa, prueba de ellos son las viñetas que compartimos por encima y por debajo de estas líneas, con sus habituales juegos de simetría. Un álbum, en definitiva, muy ameno y divertido en el que los autores nos regalarán el privilegio de disfrutar de un duelo a muerte entre Lucky Luke y Joe Dalton con un desenlace descacharrante. 
 

Juegos de simetrías (La fuga de los Dalton, 1958)

Una boat movie inspirada en hechos reales 

 El 31 julio de 1959 se publica el primer episodio de Remontando el Mississipi / Misisipí arriba (En remontant le Mississipi). Se publica en el nº 1111 de la revista Spirou, y se prolongó hasta el verano de ese año, finalizando en el nº 1132 (24/XII/1959). Año y medio después, en enero de 1961, la editorial Dupuis lo publica de forma íntegra en álbum. La historia saca a Lucky y Luke (y a su montura, Jolly Jumper), de su hábitat natural, la gran pradera, las rocosas y los cañones, y los lleva a un entorno con el líquido elemento como protagonista: el río Mississipi. El álbum recrea, en clave de humor, una carrera muy famosa que tuvo lugar en el mismo río en 1870, entre dos barcos de vapor: el Robert E. Lee, del capitán Cannon (el Asbestos D. Plower en el álbum, capitaneado por Lowriver) y el Natchez V, dirigido por el capitán Leathers, que en el álbum encuentra su equivalente en el Daisy Belle del capitán Barrows


El Daisy Belle llegando a Minneapolis (Remontando el Mississippi, 1959)

 Las referencias son tan fieles, que llegan a recrear algunos de los episodios que tuvieron lugar en la vida real, como el bloqueo de las válvulas de seguridad, los encallamientos en bancos de arena, el desembarco forzoso de pasajeros y maletas para aligerar peso, trampas, riesgos temerarios, la presencia de tahúres profesionales y la mediática llegada triunfal a Minneapolis. Lucky Luke, que pasaba por Nueva Orleans, por pura casualidad, es contratado por el capitán Barrows para plantar cara a los rufianes que, bajo las órdenes de su contrincante, el capitán Lowriver, tratarán de boicotear al Daisy Belle para que pierda la apuesta. Aquel que gane la carrera conseguirá el monopolio de la navegación por el río. El periplo llevará al cowboy y a Jolly Jumper a lo largo de los más de 3500 kilómetros que existen entre el Golfo de Méjico y el Lago Superior, una ruta que va de Nueva Orleans a Minneapolis con cinco escalas: Baton Rouge, Vicksburg, Memphis, Cairo, Saint Louis y Dubuque
 

El Daisy Belle llegando a Minneapolis (Remontando el Mississippi, 1959)

  Goscinny era un apasionado de los barcos, así que tuvo que disfrutar mucho elaborando el guion de este álbum. Él y Morris podrían haber cogido ideas de alguno de los films de John Ford, como Cameo Kirby (1923) o Steamboat round the Bend (aquí,  Barco a la deriva, 1953). Pero hubo muchísimos films sobre barcos de palas (y tahúres): Mississippi (aquí, El cantor del río, 1935), de Wessley Ruggles y A. Edward Sutherland, Mississippi Gambler (El caballero del Mississippi, 1953), el remake de Cameo Kirby (1930), de Irving Cummings, la muda Steamboat Bill, Jr. (1928, aquí, El héroe del río) de Buster Keaton, o las adaptaciones de Mark TwainThe Adventures of Tom Sawyer (1938) o The Adventures of Huckleberry Finn (1939). También hay algunos paralelismos con el álbum en el relato La vida en el Mississippi (1883), de Mark Twain (seudónimo de Samuel Langhorne Clemens), que trabajó como piloto en el mismo río, realizando tareas similares a las de Luke, como la medición del lecho del río, para salvar, en el caso del cowboy, el encallamiento del Daisy Belle


Un tira que muestra la habilidad de Pistol Pete con el revólver
 (Remontando el Mississippi, 1959)

  En el álbum aparecen varios rufianes al servicio de Lowriver: un tahúr llamado Cards Devon, un personaje apodado Cocodeacero (inspirado en un hombre que existió en la vida real, el luchador georgiano Kola Kwariani, "Nick the Wrestler"), cuyo rol no será otro que provocar destrozos en el Daisy Belle, Explosión Harris, experto en explosivos, contratado para volar por los aires el Daisy Belle y el indio Tumba Silenciosa (cuyo verdadero nombre es, en realidad, Cotorra incansable) que proporcionará a Lowriver el nombre de un sicario para acabar con Lucky Luke. Este no es otro que Pistol Pete, un pistolero a sueldo que recuerda a James Coburn, aunque se ha especulado con la idea de que Morris retratase a  Lee Marvin o Gary Cooper. Coburn solía interpretar papeles de villano, así que parece la teoría más plausible. El problema de Pistol Pete es que no es muy bueno con las matemáticas, lo que termina siendo su perdición en su careo con Lucky Luke. 




Otra tira mostrando el talento de Pistol Pete con la pistola
 (Remontando el Mississippi, 1959)

  El álbum tiene un cierre redondo, fruto del esfuerzo de sus creadores, que se documentaron profusamente durante su desarrollo. Tampoco estuvo exento de polémica, ya que los afroamericanos que retrata Morris están cargados de estereotipos y se ven perezosos, que en realidad era un cliché heredado de las películas de la época. Pero también les otorgaban algunas pinceladas positivas, como los creadores del jazz, un género musical que nació en aquella época y en aquel lugar (Nueva Orleans), fruto de la mezcla entre las tradiciones musicales africanas, con ritmo e improvisación, la música europea y el blues. Morris siempre consideraba que el privilegio de un humorista consistía precisamente en eso: en poder presentar a cualquier personaje, de cualquier raza, de forma humorística. Si hiciera alguna difererencia caería en el racismo. Goscinny también se defendió a ese respecto: "A veces me han presentado como un nacionalista xenófobo y ultrachovinista, sí. Una vez más, al haber vivido siempre en el extranjero, conozco bien el chauvinismo y la xenofobia... ¡Lo peor es cuando dicen que soy un racista terrible! Y eso no estoy dispuesto a aceptarlo; lo considero que el insulto más grave de todos. Que alguien venga a decirme eso en la cara, porque recibirá inmediatamente un sopapo ¿Racista, yo? ¡Cuando parte de mi familia terminó en los hornos de los campos de concentración! Nunca he mirado el color, la raza o la religión de la gente".


Morris se documentó muchísimo, junto a Goscinny, y contaba incluso con una
maqueta de un barco de vapor típico, que utilizaba para dibujar sus viñetas
(Remontando el Mississippi, 1959)
 
Rantamplán - No hay dos sin tres

  Tras la pista de los Dalton / Sobre la pista de los Dalton, fue el título del siguiente álbum de la serie, que se publicó a lo largo del primer semestre de 1960, en la revista habitual (Spirou nºs 1138 (4/II/1960) - 1159 (30/VI/1960)), viendo la luz por primera vez en formato álbum dos años después, en 1962. Este octavo álbum de la etapa Goscinny-Morris nos trae a un personaje entrañable: el dogo Rantamplán, inseparable compañero de fatigas de Lucky Luke y Jolly Jumper a partir de esta aventura, a pesa de que muchos lo consideren "el perro más estúpido del oeste". De hecho, podría decirse que el perro es un antihéroe o una parodia de otro perro cuyo nombre tenía una sonoridad muy parecida: Rin-tin-tín, protagonista de la serie norteamericana The Adventures of Rin-Tin-Tin, que se emitía desde enero de 1958 por la cadena belga RTB. No fue el único perro con éxito en la televisión, recordemos a otros no menos famosos, como Lassie, las adaptaciones en pantalla grande de la novela de Jack London, La llamada de la selva o Sam, el perro que acompaña a John Wayne en el film Hondo (1953). 


Rintintin - Personaje que inspiró a Morris al crear a Rantamplán

  En realidad la serie de Rintintín emitida en 1958 no era nueva, sino más bien un reboot de otra original, muda, con la que Morris había disfrutado mucho de niño, algo que influyó en la creación del personaje (aunque Morris también recuerda que, cuando conoció a su esposa en una escuela de baile, ella tenía un pastor alemán al que él solía llamar cariñosamente Rintintín). El protagonista, un perro muy inteligente, el "Supermán" de los perros, era una estrella precisamente por sus habilidades caninas, justo al revés que Rantamplán, despistado y perdido la mayor parte del tiempo. El hecho de que estas nuevas aventuras de Rintintín se desarrollasen en un fuerte de caballería norteamericano pudo ser el aliciente que motivó a sus creadores a parodiarlo en las aventuras de Lucky Luke. Los autores, además, mataban dos pájaros de un tiro: tenían un personaje que serviría de hilo conductor durante el nuevo álbum, solucionando la papeleta, y además le daban al protagonista una mascota, práctica recurrente en muchísimos cómics: Tintín-Milú, Obélix-Idéfix, Spirou-Spip/Marsupilami, Bill-Bolita, Mickey-Pluto, Popeye-Eugenio el Jeep e incluso Groo y Rufferto, aunque este es un ejemplo muy posterior... En cuanto al nombre del personaje, el dibujante Michel Janvier, que lo animó en la exitosa serie de animación de 1984, recuerda que Morris le dijo que el nombre del perro tenía cierta sonoridad y recordaba al de un redoble de tambor de caballería. Fue Goscinny quien bautizó finalmente al perro, puede que inspirado en el nombre de un club formado por Bicot y sus amigos en la serie "Winnie Winkle the Breadwinner" (Bicot y los "Ran-tam-plan"), creada por el norteamericano Martin Branner en 1920. En cuanto a su aspecto, aunque podría pensarse que, por la referencia de Rintintín, sería un pastor alemán, es más bien un perro con poco pedigrí, una suerte de coyote cruzado con un perro de raza indefinida. Un detalle hecho, obviamente, a propósito. 


La torpeza de Rantamplán termina ayudando a Lucky Luke a localizar a los hermanos Dalton
(Tras la pista de los Dalton, 1960)

  En esta nueva aventura Goscinny vuelve a jugar con la misma fórmula de éxito que le reportó la evasión de los Dalton de una penitenciaría (en este caso la de Yuma), como vimos en el álbum homónimo, publicado dos años antes. El fin es el mismo: poner a Lucky Luke tras la pista de los forajidos, al descubrir que estos le han robado una vaca a uno de sus amigos. Ayudado por Rantamplán, a pesar de sus despistes (¡y de su rinitis crónica!), Lucky Luke conseguirá localizar a los hermanos aunque, por una serie de catastróficas desdichas provocadas por Rantamplán, los forajidos terminan capturado al cowboy. Goscinny parece jugar con la estupidez de Averell, el más tonto de los Dalton, y la del perro protagonista, a cual más torpe, ambos siempre pensando en comer. La particular personalidad de ambos elementos irá creando un balanceo equilibrado de situaciones y de giros de guion inesperados hasta el desenlace final de la historia. Resulta paradójico que los hermanos Dalton sean temidos por todos, cuando todo les sale siempre mal. Además, nunca les hemos visto liquidar a nadie, más allá de lucir sus revólveres y montar su habitual "numerito". En la aventura hay, por cierto, un cameo interesante: el de Jerry Spring, un personaje para el que René había escrito un guion un lustro antes (El oro del viejo Lender), y que Morris recrea con maestría.


Goscinny crea un parecido razonable entre Rantamplán y Averell Dalton para alternar
diversas situaciones cómicas y giros en cada bando: el de los forajidos y el de Lucky Luke,
que sigue su pista. (Tras la pista de los Dalton, 1960)


CONTINUARÁ...
 

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