(por Raúl Suay)

   Tras varios meses intercambiando con ase62 información de diferente tipo para esta web mediante correos electrónicos y tener un encuentro personal en Valencia en el verano de 2011, decidí un buen día hacerle saber que yo también llevaba cierto tiempo intentando llevar a cabo un proyecto similar, pero centrado exclusivamente en el censado de aventuras cortas originales de Mortadelo y Filemón publicadas en las revistas “Pulgarcito” y “Tio Vivo”. Dado que ya conocía de sobra sus famosas excels de indexado de historietas, así como su matriz de compatibilidad, pensé que, al mismo tiempo que él me había proporcionado a menudo información muy valiosa para avanzar allí donde me había quedado estancado, yo podía aportarle algo de luz en las ocasiones en que él había encontrado escollos de diferente índole.

   Lo que más me apasionaba de indexar las aventuras de los primeros años de estos personajes (esto es, el grupo de historietas de 6 tiras por página realizadas entre 1958 y 1972) eran precisamente las dificultades que ello entrañaba, ya que desde un principio era conocedor, como todo buen fan, del batiburrillo editorial de las que estas historias habían sido objeto desde sus primeras reediciones hasta el día de hoy: sabía que cuando vieron la luz originalmente no tenían título alguno y este les fue añadido en posteriores reediciones dentro de la primigenia colección Olé de Bruguera; era consciente, como muchos seguidores, que una gran cantidad de historietas de una o dos páginas habían sido forzosamente unidas con otras mediante bocadillos de insulsos textos para aparentar ser historias más largas; había contrastado que en distintos Olés y Súper Humor uno podía toparse con una misma historieta con títulos diferentes (o no tenerlos) o que diferentes historietas podían coincidir en el título; conocía el hecho de que existían aventuras con las viñetas redimensionadas con el objeto de ocupar un mayor número de páginas y rentabilizar así aún más un material ya utilizado…

 

Ejemplo de dos historietas diferentes con un mismo título, publicadas respectivamente en los Olé de Bruguera nº 11 (1971) y nº 45 (1972). A esta última se le ha alterado además su formato apaisado original para convertirla en una historieta de dos páginas.
 

 

   Dichas dificultades, lejos de desanimarme, me empujaron a tratar de encontrar una manera eficaz de censar todas esas publicaciones sin temor a caer en el error de contar dos veces una misma historieta o equivocarme en cuanto al número de páginas de una aventura original. Desde un principio descarté la opción de escribir el texto de la primera viñeta como referencia precisamente porque sabía que dicho criterio no me ayudaría en el caso de que me encontrase con dos historietas unidas y el texto del bocadillo de la segunda historieta hubiese sido modificado. Optar por apuntar el texto de la viñeta de la derecha de la primera tira también podía resultar problemático, ya que, igualmente que se cambiaban los textos de una primera viñeta, también habían casos en los que toda una tira, o varias, podían haber sido alteradas.

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