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año 66 de la era ibañez


la edad dorada de mortadelo y filemón (1969-1985)


   En 1969 se produce un marcado punto de inflexión en la vida de Ibáñez que llega con la publicación de la primera aventura larga (seriada) de "Mortadelo y Filemón": "El sulfato atómico". La aventura posee una fuerte y evidente influencia de Franquin (Spirou y Fantasio, Gaston el gafe) y gozará de un rotundo éxito que podría haber limitado, en palabras del teórico Jesús Cuadrado, la creatividad de su autor: "La voracidad de la industria del cómic engulló al vasallo, acabó con la creatividad de Ibáñez, un gran fabulador, un más que excelente narrador que se bautizó con las mismas sales (o parejas o parecidas, pero siempre ejemplares) que las de algún genio del Benelux".
 
 

Francisco Ibáñez (1969)

 

   Las primeras aventuras largas se publicarán de forma seriada en diversas publicaciones (inicialmente en Gran Pulgarcito) en el intento de Bruguera por ofrecer una revista más cuidada y “europea”, tomando como modelo el Pilote francés. Además del número de páginas de las aventuras también se producirán algunos cambios en la estructura de la serie: los personajes abandonan su agencia de investigación privada e ingresan como agentes secretos en la caótica T.I.A. (Técnicos de Investigación Aeroterráquea), una clara parodia de la C.I.A. y se incorporan dos personajes más al elenco protagonista cuya presencia en la serie será desde entonces estable: el Superintendente Vicente, director de la T.I.A. y víctima propiciatoria de muchos de los descalabros de la ineficacia de sus agentes, y el profesor Bacterio, un científico de mente iluminada capaz de crear los más disparatados inventos, que, unos por útiles y otros por inservibles, cobrarańa un notable protagonismo en la serie. Ibáñez sintió la necesidad de incorporar a la serie estos personajes "fijos" para que pudieran facilitar una dinámica más enriquecedora a las acciones de sus protagonistas. Las aventuras de los personajes ganarán tras el cambio una mayor capacidad argumental y al año siguiente comenzarán a publicarse ya como álbumes de 44 páginas en la colección "Ases del Humor".
 
Primera aparición del Superintentende Vicente y el Profesor Bacterio
(El Sulfato Atómico, 1970)

    La influencia de los agentes secretos de entonces (James Bond o el Superagente 86) en Ibáñez es notable. Inclueo llegó a crear una historieta pocos años antes titulada "La verdadera historia de James Bond", aunque será Vázquez, con su personajes "Anacleto, agente secreto" (1967) quien se convierta en un referente en la metamorfosis de la serie de Ibáñez llegando a existir numerosos elementos comunes entre ambas series.

 

"La verdadera historia de James Bond"
(Francisco Ibáñez, VI/1966)

 
   La década de 1970 supondrá la consagración definitiva de los personajes con el asentamiento de las historias largas serializadas.  Es una etapa de expansión a gran escala, tanto en otros mercados como en el propio, masificando la producción para que en todas y cada una de las revistas Bruguera apareciesen historietas de la pareja. Para ello se recurre, por un lado a la asignación de ayudantes en los episodios firmados por Ibáñez, y por otro a la realización de historias cortas con un equipo de guionistas y dibujantes, mientras se multiplican las cabeceras de la editorial complementando o sustituyendo a otras colecciones ya mencionadas (Pulgarcito, Tio Vivo o Gran Pulgarcito). Aparecerán así, a partir de 1970, cabeceras como Mortadelo (fundada tras la desaparición de Gran Pulgarcito), Súper Pulgarcito (1971), Súper Mortadelo (1972), Mortadelo Gigante (1974) o Mortadelo Especial (1975) e incluso la Colección Olé (1971) que ofrecía selecciones de historietas cortas de los principales personajes de la casa Bruguera, con especial atención a los de Ibáñez, a los que se dedicó más de la mitad de la colección.


Algunas de las mencionadas cabeceras. A la izquierda la que sería la 1ª
portada de Mortadelo y Filemón y que marcaría un antes y un después en la serie.
  
  
En su paso por Barcelona, René Goscinny, que venía acompañado por Morris, tuvo ocasión
de conocer a otros famosos dibujantes como Carlos Giménez y Francisco Ibáñez




La plana mayor de los dibujantes en el estrado. De izquierda a derecha: Matías Guiu, Badía, Ibáñez,
Edmond, Freixas, Pujolar, Bernal, Raf y Escobar ("Primer certamen del dibujo", Granollers, Verano 1976)

 
   En 1978 se publica la aventura "Los Gamberros". En ella Ibáñez introduce en la serie a la señorita Ofelia, una mujer grande y oronda de pelo rubio y rizado y permanentemente enamorada de Mortadelo, que hará las veces de secretaria del superintendente Vicente. Poco a poco irá apareciendo también todo un elenco de agentes secundarios que arroparán a los dos detectives en el marco de sus nuevas aventuras.

   A lo largo de esos años Ibáñez seguirá trabajando simultáneamente en otras series, además de Mortadelo y Filemón, como Tete Cohete, que será el último personaje que Ibáñez cree para Bruguera. El personaje es un jovencito lleno de energía e hiperactividad y un manitas en electrónica e ingeniería, ya que sabe como convertir el objeto menos pensado en un vehículo con el que desplazarse a velocidades supersónicas. Es, por tanto, una serie muy dinámica que debutará en el número 1 de la revista Pulgarcito, publicada en marzo de 1981 y en la que compartirá aventuras con Mortadelo y Filemón.


"Tete Cohete" (Pulgarcito nº 1, III/1981)

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