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año 66 de la era ibañez

primeras impresiones en enania

 
  Tras suplantar las identidades de Ocarino y Pernales, Mortadelo y Filemón se dan cuenta de que no tienen dinero para el pasaje, por lo que habrán de recurrir al incómodo disfraz de maleta para desplazarse hasta Enania, capital de los Países Bajitos. La ciudad es una de las tres regiones que forman el país junto a Bajovia y Taponia.
 

Llegada de los agentes a la capital de los “Países Bajitos”
 
  El skyline de la ciudad, como pronto veremos, se inspiró en el de la ciudad de Albacete (depósito del agua incluido), ya que Mortalbaceteño, la persona que financió dicha página, así lo decidió.  


El “skyline” de Enania se inspiró en el de Albacete, con su célebre depósito de agua,
a petición de Mortalbaceteño, mecenas de la página

 
  Tras la llegada de los agentes a Enania intentamos jugar con los tópicos del país, muy en la línea de los gags que Ibáñez había desarrollado en la mítica “¡En Alemania!” a comienzos de los años ochenta. En este caso fue la estatura de los personajes la que nos dio pié a crear infinidad de gags.
 

Tinta para la primera tira de la página 8: las primeras impresiones en Enania
 
  Otra de las ideas propuestas fue la de recuperar de alguna forma al señor “Preboste” (protagonista de “El Preboste de Seguridad”) aprovechando su escasa estatura. El homenaje quedó reducido a un divertido cartel electoral por las calles de Enania.
 

Cartel electoral del Preboste (izda.). Portada original de Ibáñez (dcha.)

  Los agentes tendrán que actuar en la calle y acudir al mercado de pulgas para sacar unos “frodines” con los que pagar la habitación del hotel “Gulliver”.
 


Actuando, sin demasiado éxito, por las calles de Enania
 
  Tausiet, uno de los mecenas, propuso la aparición de ciertos elementos en el “Mercado de Pulgas” de Enania como el busto de Shakespeare, una cabeza de rinoceronte disecada, un busto de Simón del desierto y otro de Marianne (símbolo de la República francesa). En el centro de la plaza encontraremos también una estatua del gran Julius Von Ferdinand (caricatura de Julio Fernández) y un cameo de Tintín intentando hacerse con una maqueta del “Unicornio” siendo esta vez el vendedor el empeñado en no vendérselo. Las calles de la ciudad dieron mucho juego y Jordi complementó además muchos de nuestros gags con geniales ideas: del banco “Lili & Putiense” saldría el icónico personaje del “Monopoly”, por las calles se advierte la presencia de un pitufo caminando...
 

Junto a la estatua de Julius Von Ferdinand – Caricatura de Julio Fernández
 
   Tintín intenta convencer infructuosamente al vendedor del rastro hablándole de Rackham “el Rojo” y del mensaje secreto que las maquetas esconden en sus mástiles.


Viñeta original de “El secreto del Unicornio” junto a la realizada por Jordi
 
  En la misma página veremos también a un Mortadelo vestido con traje a rayas, sombrero y bastón en medio de una subasta. El traje se inspira en el que lució el actor Dick Van Dyke en una de las escenas de la película “Mary Poppins”.
 

El traje que Mortadelo utiliza en el mercado de pulgas es similar al de
Dick Van Dyke en “Mary Poppins”

  En la siguiente página (la novena) se produce un salto en el hilo argumental. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las aventuras de Ibáñez, más lineales, decidimos trasladar la acción a la guarida de Wolframio (el “Wolframium”), ubicada en lo más profundo de la cordillera del Urrakórum. El edificio, como muchos habrán podido deducir, es una parodia (con forma de “W”) del “Atomium” que se levantó en la capital belga con motivo de la exposición universal del año 1958.
 

El “Atomium” de Bruselas y el “Wolframium” de Enania (página 10-A)
 
  El salón-comedor del villano presenta lujo por doquier. En la habitación, con decoración abigarrada, se observan además varios retratos de villanos en las paredes: Magín, Panocho y Lucrecio Borgio. Wolframio chilla de dolor tras pillarse los dedos con la tapa del órgano mientras lo toca y el alarido atrae a su esbirro encapuchado que, como veremos más adelante, no será otro que el malvado Vázquez. Jordi realizó cuatro modelos diferentes para dicho personaje de entre los que los aficionados seleccionamos el primer modelo (a condición de que no se le viera el rostro, algo que el lector sólo descubriría al final de la aventura).



Lápiz y viñeta final (página 10-A) - Retratos de Magín y Lucrecio Borgio.

 

Los cuatro modelos del esbirro encapuchado
de Wolframio propuestos por Jordi

página 3
 
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