Los viajes siempre han estado íntimamente ligados a las aventuras de Mortadelo y Filemón desde que en su primera historieta publicada terminasen huyendo de la policía hasta el polo Sur (los pingüinos son la referencia). Desde sus inicios Ibáñez trasladó a los personajes a los lugares más recónditos del planeta, desde la China milenaria a las pirámides de Egipto pasando por el desierto del Gobi o incluso por lugares aún más desconocidos como el fondo del mar o el espacio exterior.

 

   En dichas historietas primigenias Ibáñez sólo trasladó a los personajes a dichos lugares al final de cada página; al elaborar muchos de los gags finales en los que los agentes terminaban escapando (o persiguiéndose mutuamente). A menudo los personajes utilizarán medios de transporte muy diversos (normalmente autóctonos) para acometer dichas huídas: dromedarios, hutongs, trineos... e incluso satélites o naves espaciales.

Comparte esta página