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Influencias francobelgas
IntroducciónMortadelo y Filemón (1962)Mortadelo y Filemón (1963)Mortadelo y Filemón (1964)Mortadelo y Filemón (1965-1969)El sulfato atómico (1969)Contra el "gang" del Chicharrón (1969)Safari Callejero (1969-70)Valor... ¡y al toro! (1970)Mortadelo y Filemón (1970-1979)Mortadelo y Filemón (1980-2013)Mortadelo y Filemón - Las portadas (I)Mortadelo y Filemón - Las portadas (II)Mortadelo y Filemón - Las portadas (y III)Mortadelo y Filemón (otras influencias)El Botones Sacarino (1963-1966)Otros personajes de Francisco IbáñezLa influencia de Franquin en CasanyesConclusiones y reflexionesFuentes y Colaboradores
introducción
A. Franquin (1952) |
"Una obra nunca es totalmente personal. Poned en una isla desierta a un niño dotado para el dibujo; si no entra en contacto con los dibujos de otro, su genio no se desarrollará nunca." André Franquin |
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En la década de 1960 la editorial Bruguera (probablemente el propio director Francisco Bruguera y/o el editor Rafael González) sugirió a Francisco Ibáñez -y a otros autores- que adoptasen un estilo más elaborado, en la línea de los modelos que triunfaban en Europa. En muchas ocasiones la propia editorial surtió a los autores los modelos europeos que debían imitar. La idea era que "Mortadelo y Filemón" tuvieran sus propias aventuras largas que podrían ser recopiladas en álbumes para su venta en el extranjero, de ahí que el estilo de Francisco Ibáñez cambiase de manera tan notable con respecto al de las aventuras cortas que venía realizando. El propio Ibáñez terminaría descartando posteriormente esta línea de trabajo "europeísta" y tan elaborada al no poder soportar el ritmo de trabajo que imponía la editorial (20 hojas semanales) en la que primaba la cantidad frente a la calidad. No obstante la influencia del estilo de los autores franco-belgas quedaría para siempre impresa en el particular estilo de Ibáñez que llegaría a imitar determinados paisajes, personajes e incluso vehículos extraídos de las viñetas de autores como Franquin, Morris, Tillieux o Peyó, y más concretamente de las siguientes aventuras de "Spirou y Fantasio" de Franquin: "El dictador y el champiñón" (1953), "La mina y el gorila" (1959), "El prisionero de los 7 budas" (1960), "Z como Zorglub" (1961), "El retorno de Z" (1962) y "QRN en Bretzelburg" (1966) - amén de muchos álbumes de Gastón, del mismo dibujante -. Fue un periodo de tiempo en el que la penetración del cómic franco-belga en la península era casi inexistente, exceptuando a Tintín, Astérix y Lucky Lucke. Spirou y Gastón llegarían algo más tarde por lo que la mayoría de esas influencias tardaron varias décadas en aflorar entre los aficionados. Resulta anecdótico que la primera ilustración publicada de André Franquin fuese la de un indio (algo similar a lo que le sucedió a Ibáñez). Apareció en 1935, en el diario de Valonia “La Nation Belge”, cuando el dibujante tenía once años. El periódico dedicaba por aquel entonces unas páginas especiales para los niños con motivo de la exposición internacional de Bruselas y André envió pequeños reportajes acompañados de varias ilustraciones. Y sin más preámbulos, hagamos un repaso de algunas de las influencias más reseñables a lo largo de la obra de Ibáñez. Primera ilustración publicada de A. Franquin ("La nation belge", 4/VIII/1935) |
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