Filemón ve que por la calle anda Trilítez, al que le debe mil pesetas desde hace tres años y, como no tiene ni cinco, le dice a Mortadelo que si viene alguien preguntando por él le diga que se ha ido del país y que no va a regresar nunca. Al parecer Mortadelo le dice eso y el tipo se lo cree pero, al día siguiente, Filemón lee en el periódico que por su incomparecencia no se le iba a entregar el premio de un millón de pesetas al personaje más popular del año que le correspondía y que en su lugar se donaría tal cantidad al asilo de grillos cebolleros.