Filemón está harto de que Mortadelo entre como un vándalo (primero embistiéndolo con su disfraz de toro, luego golpeándolo con su disfraz de moto…) cada vez que le llama para pedirle algo (la llave de un fichero, un dossier…) y por ello que le ordena que entre siempre despacito cuando le llame. Poco después Filemón tendrá la mala suerte de resbalarse con un lápiz y quedarse colgando del alféizar de la ventana y cuando pidia ayuda a Mortadelo éste se tomará su tiempo a la hora de acudir a la llamada de su jefe, que terminará precipitándose al vacío.