Filemón ha guardado en la caja unas joyas valiosísimas pero, como teme que los cacos puedan robarlas, Mortadelo planea diversas trampas para impedirlo, aunque todas y cada una de sus ideas acabarán teniendo negativas consecuencias para Filemón (le explotará una bomba oculta en una silla que parecía hacer de "barrera" ante la caja, luego le explotará otra en las narices al sentarse en ella, y finalmente le estallará otra a su mejor cliente Míster Piástrez).