Una serie de envenenamientos provocados está acabando con los detectives de la ciudad. Mortadelo no se fía ni un pelo del recadero que trae un paquete y decide arrojarlo al mar inconsciente de que contenía los diamantes del Maharajá de Kankubala que Mortadelo debía lucir a la usanza india para despistar a los cacos.

* Martínez Osete realizó su propia versión de esta aventura posteriormente (1972). Dicha versión llevó por título "Los disfraces de Mortadelo" (indexada como "Los disfraces de Mortadelo (III)".