Mortadelo inventa un martillo a distancia para atrapar maleantes pero, cuando va a la calle a probarlo, pierde el control de éste y termina golpeando a un gendarme. Éste, al ver que el martillo entra por una ventana, sube a la vivienda y se encuentra a Filemón con un martillo en la mano (con el que pretendía romper la hucha de sus ahorrors) e interpreta que fue él el que se lo lanzó, por lo que le envia sin contemplaciones a la cárcel.